EUROPA
PRESS
25 septiembre
2018
Científicos
revelan un plan para atacar la causa del Alzheimer
Se ha logrado un gran avance en la
lucha contra la enfermedad de Alzheimer: académicos de la Universidad de
Cambridge, en Reino Unido, y de la Universidad de Lund, en Suecia, han
descubierto una nueva forma de atacar las partículas tóxicas que destruyen las
células cerebrales sanas. Han ideado la primera estrategia para 'perseguir' la
causa de esta devastadora enfermedad, lo que lleva a la esperanza de que se puedan
desarrollar nuevos medicamentos para tratar la demencia.
El profesor Michele Vendruscolo,
uno de los científicos que encabezó la investigación, señala: "Ésta es la
primera vez que se propone un método sistemático para atacar a los patógenos,
la causa de la enfermedad de Alzheimer". Recientemente, los científicos no
pudieron ponerse de acuerdo sobre cuál era la causa, por lo que no teníamos un
objetivo. Como los patógenos ahora se han identificado como pequeños grupos de
proteínas conocidas como oligómeros, hemos podido
desarrollar una estrategia para dirigir los fármacos hacia estas partículas
tóxicas".
La demencia es la principal causa de muerte en Reino Unido y
se espera que el costo de la demencia aumente a más del doble en los próximos
25 años, de 26.000 millones de libras 55.000 millones. Las estimaciones ponen
el costo a la economía mundial en casi un billón de dólares cada año.
La enfermedad de Alzheimer provoca la muerte de las células
nerviosas y la pérdida de tejido en todo el cerebro. Con el tiempo, el cerebro
se reduce drásticamente y la destrucción celular provoca fallos en la memoria,
cambios de personalidad y problemas para llevar a cabo las actividades diarias.
Los científicos identificaron depósitos anormales llamados oligómeros de proteínas como los sospechosos más probables
de la causa de la demencia. Aunque las proteínas son normalmente responsables
de los procesos celulares importantes, cuando las personas tienen la enfermedad
de Alzheimer, estas proteínas se vuelven rebeldes, forman grupos y matan las
células nerviosas sanas.
Las proteínas necesitan plegarse en una estructura
específica para funcionar correctamente. Cuando este proceso de plegamiento
falla, la célula presenta un grave "problema de plegamiento" y se
pueden formar depósitos peligrosos, que pueden causar demencia, de los que el
cerebro no puede deshacerse.
Las proteínas mal plegadas forman grupos anormales llamados
placas que se acumulan entre las células nerviosas impidiéndoles señalizar
adecuadamente. Las células nerviosas moribundas también contienen enredos que
son hebras trenzadas de proteínas que destruyen un sistema de transporte
celular vital, lo que significa que los nutrientes y otros suministros
esenciales ya no pueden moverse a través de las células.
El profesor Vendruscolo explica:
"Un cerebro sano tiene un sistema de control de calidad que elimina
efectivamente las masas de proteínas potencialmente peligrosas, conocidas como
agregados. Al envejecer, el cerebro pierde capacidad para deshacerse de los
depósitos peligrosos, lo que lleva a la enfermedad. Es como un sistema de
reciclaje doméstico, si tiene un sistema eficiente, entonces el desorden se
elimina de manera oportuna. De lo contrario, con el tiempo, acumula lenta pero
constantemente basura que no necesita. Es lo mismo en el cerebro"
Buscar compuestos
contra los oligómeros tóxicos
La investigación, publicada en 'Proceedings
of the National
Academy of Sciences', fue
llevada a cabo por un equipo internacional de científicos que también incluyó
al profesor Sir Christopher Dobson, maestro del Colegio St
John's de la Universidad de Cambridge, en el Centro
para Enfermedades del Plegamiento (CMD, por su sisglas
en inglés), cofundado por Christopher.
Sir Christopher apunta: "Este estudio
interdisciplinario muestra que es posible no solo encontrar compuestos que se
dirijan a los oligómeros tóxicos que dan lugar a
trastornos neurodegenerativos sino también aumentar su potencia de una manera
racional. Permite diseñar moléculas que tienen efectos específicos en las
diversas etapas de los trastornos como la enfermedad de Alzheimer y con suerte
convertirlos en medicamentos que se puedan utilizar en un entorno
clínico".
La demencia cuesta al sector de la salud y la atención
social más que el cáncer y las enfermedades cardiacas combinadas y recibe una
cantidad desproporcionadamente baja de inversión en investigación: en 2012, la
investigación sobre la demencia en Reino Unido recibió seis veces menos
financiación que la investigación sobre el cáncer.
Ha habido aproximadamente 400 ensayos clínicos para la
enfermedad de Alzheimer, pero ninguno de ellos se ha dirigido específicamente a
los patógenos que lo causan. En Reino Unido, la demencia es la única patología
de las diez principales causas de muerte sin un tratamiento para prevenir,
curar o retrasar su progresión.
El profesor Vendruscolo agrega:
"Todos los ensayos clínicos anteriores que se han centrado en encontrar
fármacos para modificar la enfermedad han fracasado. Los ensayos que tuvieron
éxito nos han dado un puñado de medicamentos, pero estos fármacos solo pueden
tratar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, no su inicio y progresión.
Nuestra investigación se basa en el importante paso conceptual de identificar oligómeros de proteínas como patógenos e informa de un
método para desarrollar compuestos sistemáticamente para atacarlos. Este
enfoque permite una nueva estrategia de descubrimiento de fármacos".
El descubrimiento de fármacos implica el cribado de
bibliotecas químicas, la identificación del ingrediente activo a partir de un
remedio natural o el diseño resultante de una comprensión del objetivo, en este
caso los oligómeros de proteínas. El desarrollo
incluye más estudios, ensayos clínicos y, finalmente, la aprobación
regulatoria.
El equipo cree que sus primeros candidatos a fármacos
podrían llegar a los ensayos clínicos en alrededor de dos años. Han cofundado
Wren Therapeutics, una compañía de biotecnología en
Cambridge, basada en el recientemente inaugurado edificio de Química de la
Salud, cuya misión es tomar las ideas desarrolladas en la Universidad de
Cambridge y traducirlas para encontrar nuevas formas de diagnosticar y tratar
el Alzheimer y otras patologías de mal plegamiento.
La nueva estrategia del grupo se basa en un enfoque
innovador de cinética química desarrollado en los últimos diez años por
científicos liderados conjuntamente por el profesor Tuomas
Knowles, también miembro del St John's
College, Sir Christopher y el profesor Vendruscolo, trabajando en el nuevo centro en Cambridge, en
colaboración con científicos de la Universidad de Lund dirigidos por la
profesora Sara Linse.